Las frutas deshidratadas conservan tras perder el agua prácticamente todos los componentes que las hacen buenas para nuestra salud como son proteínas, hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales. Además contienen calcio, fósforo, magnesio, potasio y vitaminas A y B, y, si aprendemos a deshidratarlas nosotros mismos, nos encontramos ante un alimento sano y natural libre de colorantes y conservantes artificiales. ¿Podemos hacer esto con las naranjas? ¡Por supuesto! Aquí vamos a enseñarte cómo preparar naranjas deshidratadas y en qué recetas incluirlas.

Beneficios de comer naranja deshidratada

Las naranjas deshidratadas nos aportan una buena de cantidad de vitamina C y contienen ácido cítrico, oxálico, tartárico y málico. Al igual que las naranjas de Valencia frescas recién cogidas de los árboles de Arare las naranjas deshidratadas son muy buenas para subir las defensas, favorecen la absorción del hierro y pueden ayudarnos a adelgazar.

Entre los beneficios de tomar naranja deshidratada destaca su alto contenido nutricional y sus altas posibilidades de conservación y consumo. Además son un snack saludable que puede ser muy atractivo para los más pequeños.

¿Cómo preparar naranjas deshidratadas?

En todas las recetas con naranjas de este blog en esta tampoco debes olvidar la importancia de elegir una materia prima de calidad porque al final eso es lo que diferenciará un resultado normal de uno con sabor auténtico.
Por lo demás los pasos para preparar naranjas deshidratadas son:
1- Coge varias naranjas de Valencia. Intenta que no sean muy grandes y que tengan todas todas el mismo tamaño.
2- Antes de cortar las naranjas lávalas bien. Queremos deshidratarlas con piel.
3- Corta las naranjas en rodajas finas y uniformes.
4- Para deshidratar las naranjas lo más efectivo y sencillo es usar el horno. Pon las rodajas en la bandeja, cubierta previamente con papel vegetal, y mételas al horno a 80-85 grados durante una hora. Pasado este tiempo dales la vuelta y déjalas durante otra hora.
5- Ahora que las naranjas han perdido prácticamente toda la humedad quítalas de la bandeja, ponlas en una rejilla y vuelve a meterlas en el horno para terminar el proceso de deshidratación.

El objetivo final es que la naranja quede seca y crujiente. Dependiendo del grosor de las rodajas tardará más o menos en perder todo el agua.

Siguiendo estos pasos la naranja se deshidratará de forma natural, sin añadidos, y puede tener un toque amargo. Aunque la naranja amarga es un auténtico placer para algunos paladares hay personas a las que no les gusta. Si es tu caso, antes de deshidratar las naranjas , puedes optar o bien por poner las rodajas en una cacerola de agua durante cinco minutos para que suelten el amargor y después deshidratarlas siguiendo los pasos anteriores, o bien hacer naranjas deshidratadas dulces, para lo cual tendrás que confitarlas antes de comenzar al deshidratación. Este no es un proceso complicado: sólo tienes que meter las rodajas de naranja en almíbar (doble de azúcar que de agua), dejarlas cocer durante una hora y deshidratarlas siguiendo los pasos anteriores, aunque en este caso pueden tardar un poco más en secarse.

Recetas con naranjas deshidratadas

Las naranjas deshidratadas puede usarse en muchos platos tanto salados como postres y podemos rehidratarlas con agua, zumo, licor o introduciéndolas en algún guiso con caldo. También podemos utilizarlas en polvo.

Algunas recetas en las que puedes incluirlas son:
– Pan de naranja
– Magret de pato con frutas confitadas
– Naranjas con chocolate
– Aguardiente de naranja
– Merluza a la naranja
– Bizcocho de naranja
– Cáscara de naranja confitada